Desde Fundación Madrina queremos hoy hacer un llamamiento a la sociedad en su conjunto, a los políticos y representantes públicos sobre la desprotección que sufren muchas veces los menores y que deriva —en más ocasiones de las deseadas— en violencia vicaria, un despropósito que debemos eliminar ya, porque el asesinato de un menor es nuestro fracaso como sociedad, que no puede proteger a los más indefensos, a los más vulnerables